¿Nos sigues?

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Secuestramos nuestros miedos.

Image and video hosting by TinyPic Le escupí en la cara.Fue como un acto reflejo. -Eres un hijo de puta, y los hijos de puta como tú,no suelen llegar demasiado lejos.-le dije-. Él se quitó el escupitajo del ojo con la mano,después,rio. -Para ser una niñata malcriada tienes valor,¿eh? -De pequeña me enseñaron a enfrentarme a la gente como tú. -¿Y para qué?-dijo suspirando- Enfrentarte no sirve de nada, si te sigues portando mal,acabarás peor de lo que lo estás ahora. -¿Y qué hay de la dignidad? Ah, claro.Si tienes que hacer todo esto para ganar lo que NO te corresponde no debes de saber de lo que te hablo. Ni siquiera debes de saber lo que es el orgullo.

viernes, 28 de mayo de 2010

La lluvia arrecia;

LLovía a mares,pero la lluevía siempre habia sido algo que me impactaba.Era muy intensa,fría al tacto,inflexible...todo lo contrario a mi. Yo seguía mirando mi ventana,y lo más triste: comparandome con gotitas de agua. Continuaba arreciando...no paraba.Oh dios,se me acababa de ocurrir una idea loca.¿Y si...? No,podría ser peligroso. ¡Pero y qué! Ya lo había perdido todo...no me quedaba nada más por perder. Dejé de mirar la ventana y cogí mi mochila,metí dentro mis cosas,incluída mi chaqueta.Me dirigí hacia la cocina sin hacer ruido y me preparé un par de bocatas. Al terminar fui hasta la puerta principal,abrí el gran portón y sali fuera.Bajé las escaleras y seguí caminando hasta que en unos 20 metros decidí pararme,girarme para plantarle cara al pasado.Ese pasado que me había estado persiguiendo tanto tiempo. Muertes,crueldad,maltratos,xenofobía... Adiós le diría por fin,al gran Orfanato de Seattle. Me estaba mojando.No pasaba nada,pronto encontraría algún sitio en el que refugiarme.No sabía a donde iva,ni como ir,pero tenía muy claro que si que iba a llegar.Y que estab vez,la suerte estaría de mi lado. -Dicen que el pasado te persigue toda la vida.Adiós, orfanato de Seattle,y digo adiós porque aquí entierro mi pasado.El hasta pronto solo se lo merecen los buenos recuerdos-le grité al gran portón principal,en intento de despedida...trágicamente,la lluvía acallaba mis gritos.

sábado, 17 de abril de 2010

Derecho;

-¿Qué pasa?¿Esque por ser diferente no tengo derecho a vivir?
-No.
Y apretó el gatillo.El burdo sonido de la bala atravesandole llegó hasta sus oidos.
Ella sangrando,ideas y pensamientos desbordandose en un reguero de sangre infinito...

viernes, 2 de abril de 2010

Dudo;

-¡Qué bonitas mariposas,papá! -¿Qué Mariposas hija? -Las que están volando por la habitación. La niña sonrie y se duerme. -Cariño,a nuestra hija le han diagnosticado esquizofrenia. La madre se tambalea.Empieza a llorar. -No te preocupes amor.Saldremos adelante. -Me gustaría poder creerte.

viernes, 12 de marzo de 2010

Con miedo;

-Dios Keyt,estás rarísima últimamente-y puso cara extrañada-. -No me pasa nada -dije esquiva,dando por zanjado el tema-. Y me fui. Caminaba por los pasillos como un alma en pena.Vagando sin rumbo ninguno,con la cara llena de heridas sentimentales invisibles. Siempre con la mirada fría.En ese momento,él pasaba por allí con sus amigos. Se reían y gritaban.Me vieron. Intenté girarme e irme por el otro pasillo,pero no me dio tiempo. Pasaron por mi lado,me dieron un codazo y me empujaron,de tal manera que me dejé ir y cai al suelo. Me abucheó,se rio y se perdio en la distancia con su séquito. Apesar de ser una chica con un humor contundente,nunca conseguí entender donde estaba la gracia. Por qué se reian de que Albert... Fue en la fiestaa de fin de curso. En casa de July.Daba una megafiesta: nadie se la podía perder. -¿Subimos a la habitación de July y hablamos?-dijo él medio afectado por el alcohol-. -Claro,¿por qué no?-contesté yo-. Subio deprisa,tirandome del brazo.En cuanto entramos cerró con cerrojo, se giró y me dijo: -Estás preciosa esta noche. No me dio tiempo a responder.Se abalanzó sobre mis labios,callandome. Mientras nos besábamos me iba empujando hacia la cama.Nos tumbamos y empezó a desnudarnos a ambos. -No creo que sea el moment... Me besó y no me dejó terminar.Siguó desnudandome.Empezó a meterme mano. -Para.Me estás haciendo daño-le grité-. -Relájate y déjate llevar... Haciendo caso omiso a mi petición,<>. Yo no quería.Pero no podía luchar.No me dejaba. -¡Por favor,para!-le grité medio llorando-. -Si lo estamos pasando muy bien Y siguió.Lo único que salía de mi boca eran gritos de dolor.Sufrimiento verbal. Cuando decidió parar,se levantó,se vistió.Me escupió y dijo: -Puta,no quiero que me hables más.¿te ha quedado claro? Y con las mismas se fue.Yo seguí tumbada en la cama,llorando.Que patético.Y si,había sido mi primera vez. No sé si esperar que fuera la última. Me levanté del suelo y decidí seguir vagando sin rumbo por los pasillos. Tenía miedo.

sábado, 6 de marzo de 2010

1-¿Y la luz?;

Sonó el timbre, era hora de entrar. Aura, para variar un poco, llegaba tarde a clase. Llevaba unas gafas de sol para intentar disimular las ojeras. Esa noche, tampoco había podido dormir. -Buenos días, Sr.Tombohen.- dijo Aura cabizbaja-. -Srita. Ledier, vuelve usted a llegar tarde, debe de ser ya la 15º vez. -Lo siento Sr.Tombohen, es que he dormido mal y… -La misma excusa de siempre. Siéntese, hágame el favor y procure de no interrumpir más. Ah, y quítese esas gafas, un poco de educación. Aura, con aire apesadumbrado se quitó las gafas de sol. -Dios mio Aura…-dijo el profesor con cara aterrorizada-. Aura era pálida, muy pálida. De unos ojos plateados intensos y cabellos negros azabache. De modo que las ojeras resaltaban excesivamente. Aura suspiró. -Ya me siento, Sr.Tombohen.-comentó ella,tajante-. La clase pasó rápida. En cuanto sonó el timbre Aura intentó escabullirse lo más rápido posible de allí pero el profesor la detuvo antes de tener la oportunidad. -Ledier, quiero hablar con usted unos minutos. -¿Si, profesor? -Quiero que me diga, por qué desde hace 1 mes llega usted siempre tarde, cansada, con unas ojeras anormales en una persona. El profesorado estamos pensando que usted podría tener... problemas. Y queremos ayudarla en cuanto nos sea posible. -No me pasa nada, profesor. Pueden estar ustedes tranquilos. -Señorita Ledier, usted se piensa que los profesores no hemos tenido su edad. No estamos aquí solo para darle clase. Aura no aguantó más y empezó a llorar. Amadio la abrazó. -Por favor Ledier, cuéntemelo. Queremos ayudarla. -¿Ayudarme? Ustedes no pueden ayudarme aunque quieran. -Si no lo intenta siquiera, no. Aura inhaló aire profundamente y lentamente se dispuso a concederle al maestro lo que deseaba. -No es desde hace un mes, sino desde siempre. Lo que pasa esque antes era muy pequeña para darme cuenta. He crecido viendo a una señora de cara triste, siempre dispuesta a intentar consolar a los demás, pero siempre con ganas de llorar. Venía del colegio y me sonreía , me decía que subiera a mi habitación, a hacer los deberes y en ese momento llegaba mi padre. Subía a mi habitación sin tener consciencia de nada y en ese momento era cuando empezaba a oir los gritos de mi madre.

viernes, 19 de febrero de 2010

Sobresalto;

Era tan cálido...Me sentía muy bien.Demasiado bien como para ser real. La forma en que me miraba y abrazaba... Sus ojos mostraban una fusión entre alegría y nostalgía, sus labios perfectamente curvados en una sonrisa. Lo era todo.Tan bello, tan dulce...simplemente,tan perfecto. Nunca había querido a nadie así y tenía miedo de perderlo. -Te quiero-dije emocionada-. Nos quedamos mirándonos mutuamente como si no existiera nada más. Y todo empezó a desvanecerse. -No,¡No te vayas!-grité desesperada-. Me soltaba la mano lentamennte e iba desapareciendo, como polvo que se lleva el viento. -¡Por favor! Seguí gritando a modo de súplica, para intentar evitar que se marchara,que aquel sueño,se convirtiera en pesadilla. Fue en vano. Me quedé allí sola, muerta de frío, rodeada de soledad y...nada. -¡NO!- grité-. De un sobresalto me desperté.Yacía en una postura algo patética,encima de la cama. Gotitas de sudor caían de mi frente.Sudor frío. Empecé a llorar.Otra noche más,soñando con lo mismo.Con él. Él ya no estaba...pero yo no quería admitirlo. Los sueños... eran el único nexo que me unían con él.Lo único que me quedaba de él.

sábado, 13 de febrero de 2010

Sufrimiento barato;

-Me prometí que no iba a llorar más-me dije haciendo amago de autoconvencimiento-. Alargué la manga de mi chaqueta para envolverme la mano y secar las lágrimas que afloraban de mis ojos. Nunca me había visto así,el pelo,encrespado y sin peinar,mojado por delante por el sudor y las lágrima.La ropa sucia y desaliñada y la cara...la cara era lo peor de todo. Tenía un corte atravesándome el labio, los ojos rojos, cansados de tanto llorar y la nariz torcida, a causa del golpe recién recibido. -¡¡Daia!! ¿Qué cojones estás haciendo en el baño?- gritó la voz masculina de la otra habitación-. Y yo me seguía preguntando el por qué. Por qué seguía aguantando todo aquello.Día tras día dolor incansable..no podía aguantar más.Mi vida era un tormento. Es increible como las chicas maltratadas prefieren callarse la boca antes que su salud mental y física, y todo por amor. Yo ya me había cansado de todo aquello y le iba a poner fin.Fuera cual fuera el precio. Me empezaron a sudar las manos y a acelerarse mis pulsaciones.Agobio.Rencor.Histeria.Todos los sentimientos mezclados.Me desplomé. ______________________________________________________________________________________________________________________________________________________ -¡¡Daia!! ¿Pero por qué narices no me contestas?-dije enfadado con la pereza de tener que levantarme-. Cuando me estaba levantando oí un golpe seco contra el suelo que venía del baño. Decidí darme prisa e ir hasta allí corriendo. Abrí la puerta de mala ostia y : -¡¡Joder!!¿Pero qué coño estás...? No pude terminar la frase,como acto reflejo me tapé la boca con la mano. Dalia estaba tumbada en el suelo con los ojos abiertos. No respiraba,no tenía pulso. -Dalia...Dalia jodeer...¡JODER DALIA! Me di cuenta de que no era ninguna broma, al mirar el bote de anfetaminas que tenía en la mano.Ella estaba muerta de verdad.Psicológicamente la había matado yo. No había podido aguantar más, había decidido suicidarse.Intoxicarse con medicamentos baratos. Y por eso,ahora vamos a pagar los dos.

sábado, 6 de febrero de 2010

Caída y fin;

Desesperación. Era lo que Náyade sentía en ese momento. Corría cuanto se lo permitían sus cortas piernas pero, tenía la sensación de que no llegaría a tiempo. Se enteró básicamente por Lía, su mejor amiga, de lo que estaba pasando.

Llevaba corriendo 10 minutos sin descaso, y el asma no ayudaba demasiado. La respiración empezaba a fallarle y los mareos acudían a su mente. Por fin, dobló la esquina y llegó a la verja del puente que pasaba por encima de las vías del tren.
A 20 metros por encima de la vía se encontraba la barra de metal que hacía mucho tiempo se había usado como puente. Ahora simplemente era una barra ancha de metal oxidada. Ellos estaban allí, encima de esa barra. Se les oía gritarse mutuamente y se podía visualizar claramente que de vez en cuando uno de los dos le asestaba, o por lo menos lo intentaba ,un golpe al otro.
-¡Iván, Javier!- gritó desesperada Náyade-.
Los dos pararon su agresividad para dedicarle un momento de atención a la desesperada voz que parecía querer anunciarles algo.
Desde luego, parecía mentira. Dos chicos jóvenes, haciendo el idiota encima de unas vías del tren, no con muy buenas intenciones que se diga, y la gente pasando olímpicamente, sin siquiera girar la cabeza para intentar comprender que dos chicos, se estaban jugando la vida allí arriba, en cualquier momento podían caer. Matarse.
- Lía te ha…avisado – dijo Javier, bajando la mirada-.
-Eso da igual. Aun así, no pasáis desapercibidos.
Javier e Iván se miraron, estaban avergonzados. Peleándose por una ridiculez y ella …los había pillado.
-¿Me podéis explicar a qué viene todo esto?-preguntó ella, en un intento de persuadirles de que salieran de ahí.
-No hace falta darte explicaciones de nada-dijo Iván en su habitual tono seco-.
-Si, ya somos mayorcitos, sabemos lo que hacemos.-afirmó Javier-.
-¿Qué sabéis lo que hacéis? ¿Me estás diciendo, que sabes lo que haces cuando te estás peleando con un amigo encima de unas vías del tren pudiéndote matar? ¿ME ESTÁS DICIENDO QUE SABES LO QUE HACES?-Náyade lloraba de la rabia-.
Los dos chicos bajaron la mirada. Sabían que ella tenía razón. Volvieron a subir la mirada para mirarla pero ella ya no estaba allí. Náyade había dado la vuelta para entrar a la zona de la barra oxidada. Estaba prohibido estar allí, pero la situación le urgía. Náyade respiró profundamente.
-Salid de aquí ya. Por favor.-intentaba imponer-.
Los chicos negaban con la cabeza. Náyade se acercó hasta subirse encima de la barra.
-No sé qué hacéis aquí, pero os ruego por dios, que si vais a pelearos, lo hagáis en un sitio menos peligroso.
-Mira, nena, si estamos aquí es porque nos da la gana, y porque nos venga una niñata y nos diga que nos vayamos, no vamos a hacerlo. ¿Ok?-dijo Iván, en tono despectivo-.
-¡No le hables así, hijo de puta!-Gritó Javier-.
A partir de ahí todo pasó muy rápido. Javier levantó el brazo para darle un puñetazo en la boca a Iván, pero Iván, lo esquivó, recibiendo el golpe Náyade. Ella desprevenida, recibió el golpe, perdiendo el equilibrio. A lo lejos sonaba el silbido del tren pasando por la vía. Justo en ese momento Náyade cayó al suelo. Totalmente descuartizada, empezó a llorar en silencio.
Los dos chicos que en una época habían sido mejores amigos, no daban crédito a lo recién sucedido, fue en ese momento cuando empezaron a morir por dentro. Habían matado a la chica que amaban, la chica por la que minutos antes se estaban peleando.

viernes, 8 de enero de 2010

Cáncer;

Se miró al espejo y sedaba asco a si misma. Era morena con la melena muy larga , de unos ojos azules profundos como el cielo, pómulos perfectos, nariz recta… simplemente perfecta. Gustaba a muchos chicos pero aun así no estaba cómoda consigo misma. Desde hacía tiempo conocía lo que era levantarse por la mañana y sentir ganas de matarse, era buena persona y seguía pensando que necesitaba ayuda…pero no encontraba a la persona perfecta. Esta vez se cansó de ir a coger la cuchilla de afeitar de su hermano. Sin embargo, cogió las tijeras. Contemplaba mirándose al espejo como mechón a mechón se iban callendo al suelo suavemente… Su larga y preciosa melena quedó reducida a un pelo sin vida ni brillo, malamente cortado. Se volvió a mirar al espejo para ver su patética faena. Se le calleron las tijeras de la mano y empezó a llorar. En ese momento le sonó el móvil. -¿Si?-dijo Kaithlyn,con la voz temblorosa-. -Hola Kaithlyn, soy mamá. Estamos en el hospital y…- estaba llorando-. -¿Qué ha pasado? ¿Mamá? No por favor no…-gimoteó-. -Lo siento mucho. Kaithlyn colgó el teléfono y lo tiró al suelo. Volvió al baño para observar su pelo de nuevo. Paró de llorar y sonrió. Su hermano Delian, acababa de morir. Tenía cáncer desde hacía un par de años y lo habían ingresado hacía unos meses. Los doctores aseguraban que se curaría… y los doctores, una vez más, se equivocaron.

miércoles, 6 de enero de 2010

Gotitas;

Abrió los ojos y le dijo:

-Quiéreme como si fuera la única cosa que poseas en el mundo-dijo ella-.

-Te quiero, como si fueras la única cosa que poseo en el mundo.-dijo él-.

Él le soltó la mano. Leyla le sonrió y volvió a cerrar los ojos, los médicos empujaron la camilla hasta el quirófano y Arthur se quedó mirando cómo se alejaban lentamente.

Se giró y caminó lentamente hasta la sala de espera, cerca de la sala de operaciones.

-Tranquilo, todo saldrá bien-dijo Nara sonriéndole-.

-Solo hay finales felices en los cuentos, Nara.

-Desde pequeños nos enseñaron a tener fe, Arthur.

Arthur se enfadó, se levantó y tiró la silla en la que hasta hacía 5 segundos estaba sentado.

-¿Es que no te das cuenta de que todo es una mentira? Todo lo que se nos enseña de pequeños no sirve para nada, no existen los sueños, no existen los finales felices.-seguía enfadado-.

-¿Y eso por qué? ¿Por qué lo digas tú? ¿ Por qué por tu culpa Leyla esté así y tengas miedo de que pueda suceder algo trágico?

Arthur se calló y bajó la mirada.Después de las palabras de Nara se había quedado pensativo, ella llevaba razón. Por su culpa Leyla estaba así y él lo único que hacía era gritar incoherencias. Así no ayudaba mucho.

Al cabo de unos instantes de meditación, se relajó y se sentó. Unas pequeñas gotitas saladas le empezaron a salir de los ojos. Lágrimas.

domingo, 3 de enero de 2010

El río (:

No sabía si estaría ahí, pero ya llevaba mucho rato buscándola y si no estaba ahí,en muchos lugares mas ya no podría buscar. Estaba sin aliento de tanto correr, no podía esperar más… ¿ y si estaba…? No,no podía pensar eso,pero si fuese verdad… Llegó al interior del bosque, donde estaba el río…Allí fue donde se dieron su primer beso. Meredith estaba subida al tronco hueco que atravesaba el río, se balanceaba pero no se caía. Alejandro se asustó y se acercó hasta allí para intentar persuadirla de que se bajara de ahí,podía ser peligroso.

-Meredith,¿qué haces ahí? Por favor, bájate…

-¿Bajarme?¿Qué dices? ¡Pero si esto es muy divertido!

Alejandro lo advirtió, llevaba una botella de Coñac en la mano, barato, probablemente comprado en el lugar más lúgubre y barato de la ciudad…Estaba borracha. Le entró el pánico, cuando Meredith estaba borracha podía hacer cualquier cosa…

-Meredith por favor, necesito hablar contigo, pero para eso tienes que bajarte de ahí…

-¿Por qué? ¿Acaso tienes miedo?¿ Miedo a qué?¿ A que me resbale ,me caiga y me ahogue? No fuiste tan comprensivo al engañarme y utilizarme…Me destrozaste ,me hundiste humillaste y , ¿ahora pretendes que te haga caso? Ni siquiera debería hablarte, ni siquiera sé porque estás aquí.

-Meredith, estoy arrepentido… Me equivoqué, ¿es que no puedes entenderlo? Todo el mundo comete un error.

-Un error, cinco errores… ¿y? una infidelidad no se perdona Alejandro.

Esa frase fue la única que sonó seria, parecía sobria.

-Meredith …que yo sea idiota no quiere decir que tengas que hacer estupideces…

-¿Estupideces? ¿Pensabas que yo…? –rió fuertemente- ¿Enserio me creías capaz de hacer semejante hecho por una chorrada así?

-En ese momento si, ahora que estoy hablando contigo ya no lo creo…

Meredith sonrió. Sus gruesos y jugosos labios estaban más seductores que nunca. Y sus ojos en ese momento, estaban de un color azul cielo muy apetecible… Alejandro se arrepintió de todo mal que le hizo, en ese momento lo único que quería hacer era llorar. Ella dejó de mirar al suelo y levantó la mirada, le dijo las últimas palabras que Alejandro pudo oir:

-¿Probamos?

La expresión de Alejandró cambió de tristeza a desesperación. Vio como el amor de su vida le sonreía por ultima vez. Vio como Meredith cerraba los ojos mientras le caian lágrimas por la mejilla y se dejó caer al rio. La corriente era fuerte y Meredith no sabía nadar. Alejandro vió como Meredith se hundía en el agua para no volver a respirar jamás. El corazón de Meredith se fue apagando lentamente… y Alejandro , se quedó mirando al rio…Con la vana esperanza de poder ver la carita pálida de Meredith resurgiendo entre la corriente…