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domingo, 3 de enero de 2010

El río (:

No sabía si estaría ahí, pero ya llevaba mucho rato buscándola y si no estaba ahí,en muchos lugares mas ya no podría buscar. Estaba sin aliento de tanto correr, no podía esperar más… ¿ y si estaba…? No,no podía pensar eso,pero si fuese verdad… Llegó al interior del bosque, donde estaba el río…Allí fue donde se dieron su primer beso. Meredith estaba subida al tronco hueco que atravesaba el río, se balanceaba pero no se caía. Alejandro se asustó y se acercó hasta allí para intentar persuadirla de que se bajara de ahí,podía ser peligroso.

-Meredith,¿qué haces ahí? Por favor, bájate…

-¿Bajarme?¿Qué dices? ¡Pero si esto es muy divertido!

Alejandro lo advirtió, llevaba una botella de Coñac en la mano, barato, probablemente comprado en el lugar más lúgubre y barato de la ciudad…Estaba borracha. Le entró el pánico, cuando Meredith estaba borracha podía hacer cualquier cosa…

-Meredith por favor, necesito hablar contigo, pero para eso tienes que bajarte de ahí…

-¿Por qué? ¿Acaso tienes miedo?¿ Miedo a qué?¿ A que me resbale ,me caiga y me ahogue? No fuiste tan comprensivo al engañarme y utilizarme…Me destrozaste ,me hundiste humillaste y , ¿ahora pretendes que te haga caso? Ni siquiera debería hablarte, ni siquiera sé porque estás aquí.

-Meredith, estoy arrepentido… Me equivoqué, ¿es que no puedes entenderlo? Todo el mundo comete un error.

-Un error, cinco errores… ¿y? una infidelidad no se perdona Alejandro.

Esa frase fue la única que sonó seria, parecía sobria.

-Meredith …que yo sea idiota no quiere decir que tengas que hacer estupideces…

-¿Estupideces? ¿Pensabas que yo…? –rió fuertemente- ¿Enserio me creías capaz de hacer semejante hecho por una chorrada así?

-En ese momento si, ahora que estoy hablando contigo ya no lo creo…

Meredith sonrió. Sus gruesos y jugosos labios estaban más seductores que nunca. Y sus ojos en ese momento, estaban de un color azul cielo muy apetecible… Alejandro se arrepintió de todo mal que le hizo, en ese momento lo único que quería hacer era llorar. Ella dejó de mirar al suelo y levantó la mirada, le dijo las últimas palabras que Alejandro pudo oir:

-¿Probamos?

La expresión de Alejandró cambió de tristeza a desesperación. Vio como el amor de su vida le sonreía por ultima vez. Vio como Meredith cerraba los ojos mientras le caian lágrimas por la mejilla y se dejó caer al rio. La corriente era fuerte y Meredith no sabía nadar. Alejandro vió como Meredith se hundía en el agua para no volver a respirar jamás. El corazón de Meredith se fue apagando lentamente… y Alejandro , se quedó mirando al rio…Con la vana esperanza de poder ver la carita pálida de Meredith resurgiendo entre la corriente…

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